Los peligros de la adicción a los dulces desde niños: ¿Por qué somos adictos al azúcar de adultos?

"Nos están enfermando desde la infancia convirtiéndonos en adictos a los dulces". Esta osada afirmación proviene de José María Catalina de la Peña, un dietista y experto en nutrición español, escritor de la obra "El diseño humano". 

Y es que, tras largas investigaciones, Catalina desgrana en su libro las razones por las cuales las personas somos presa fácil de la obesidad y de otras enfermedades metabólicas a edades cada vez más tempranas.

En medio de una sociedad que avanza a paso vertiginoso, donde la tecnología y las comodidades definen el ritmo, puede resultar complicado cuestionar algunas de las consignas sobre la nutrición ortodoxa que siempre hemos tomado por válidas. En ese sentido, aseveraciones tales como "hay que comer cinco veces al día", "los carbohidratos son esenciales para mantener la energía" o "si pasas mucho tiempo sin comer, perderás masa muscular", han sido dogmas inamovibles que estudiantes de nutrición, dietéticos e incluso médicos y endocrinólogos han seguido a rajatabla, sin poner en duda su utilidad real.

Pero Catalina de la Peña, bajo su alias de Instagram @josemacatalina, argumenta que algunas de estas recomendaciones, antes consideradas inmutablemente verdaderas, son precisamente las que nos han convertido en una presa fácil de la obesidad y de otras enfermedades metabólicas a una edad cada vez más temprana.

El autor reconoce que muchas de sus afirmaciones en su libro pueden ser vistas como políticamente incorrectas y que ha recibido advertencias de que será "marginado" si se desvía de la norma establecida. 

Más allá de tales "avisos" y tras varios años de investigación, ha decidido plasmar en "El diseño humano" que las pautas oficiales tradicionales tienen fallas, pues así lo ha experimentado tanto en su propio cuerpo (es ciclista federado y compite en la categoría "master") como en el de otros deportistas a los que ha asesorado en los últimos años.

Catalina sostiene que los niños están recibiendo un "combustible de supervivencia" basado exclusivamente en el consumo de hidratos de carbono, lo cual burla nuestro sistema hormonal y perjudica al desarrollo de la persona. 

Según explica, el recurso energético que deberíamos utilizar es la grasa, que es lo que realmente almacena nuestro cuerpo. Los hidratos de carbono también se almacenan, pero en menor cantidad y principalmente en los músculos y en el hígado.

"La falsa creencia de que la base de la alimentación de cada plato debe ser el hidrato de carbono -añade Catalina- confunde nuestro diseño natural, que está preparado para almacenar grasa y usarla en el día a día como principal fuente energética". Y continúa: "Por tanto, desde la infancia se cae en el error de normalizar el consumo de dulces a todas horas, lo que lleva a convertirnos en adictos al azúcar y a desarrollar a largo plazo enfermedades cardiovasculares, metabólicas y hasta cáncer".

El dietista indica que el principal factor de engorde, desde el punto de vista de la alimentación, es el consumo excesivo de carbohidratos, que impide a la insulina bajar sus niveles y obstaculiza a nuestro cuerpo a oxidar grasa de forma eficiente.

Además, argumenta que la prevalencia de carbohidratos refinados y azúcares en la dieta moderna contribuye no solo al aumento de peso, sino que también tiene un impacto negativo en la salud metabólica general. 

Siguiendo con lo anterior, en su libro expone cómo esos componentes dietéticos pueden desencadenar ciclos de pico y caída de glucosa en la sangre, lo que lleva a un mayor apetito, fatiga y un riesgo elevado de desarrollar enfermedades como diabetes tipo 2 y problemas cardiovasculares. 

Nuestro diseño ancestral proviene de la escasez y nuestra genética se forjó en un entorno de escasez de alimentos y de recursos. Pero ahora, estamos sobrealimentados debido a la opulencia en la que vivimos y la fácil accesibilidad a todo tipo de comida y a todas horas. 

Esto ha resultado en un incremento de casos de obesidad y otras afecciones de salud. En ese sentido, el nutricionista resalta la importancia de entender y respetar nuestros orígenes genéticos, promoviendo una dieta y un estilo de vida que reflejen más fielmente las condiciones bajo las cuales evolucionó el ser humano.

De acuerdo a Catalina, el consumo excesivo de carbohidratos es un factor clave en el aumento de la obesidad. Dietas ricas en estos nutrientes impiden que la insulina disminuya a niveles que permitan al cuerpo oxidar grasa de manera eficiente. 

Este patrón de alimentación, según explica, es característico de la dieta moderna y contribuye significativamente al almacenamiento de grasa y, por ende, al aumento de peso. 

Contrario a la creencia popular, el autor explica que estar delgado no es sinónimo de estar sano. En ese sentido, asegura que muchas personas de apariencia esbelta enfrentan problemas metabólicos graves, como desbalances en el nivel de azúcar en sangre. 

Esto demuestra que la salud interna no siempre se refleja externamente. Un metabolismo dañado puede coexistir con un cuerpo físicamente atractivo, ocultando problemas de salud significativos. 

En su libro, José María Catalina de la Peña aborda un tema fundamental en el mundo de la nutrición y el bienestar: el ayuno intermitente. Esta práctica, más que una moda pasajera, se revela como una estrategia ancestral para mantener la salud y el equilibrio corporal. 

A través de sus páginas, Catalina nos guía hacia una comprensión más profunda de cómo escuchar a nuestro cuerpo y respetar sus ciclos naturales de descanso y actividad. Siguiendo con ello, el autor indica que es vital reconocer las señales que nuestro organismo nos envía, especialmente en cuanto a alimentación se refiere. 

"La mayoría de nosotros estamos acostumbrados a seguir horarios de comidas por costumbre más que por necesidad real, lo que puede llevar a una sobrecarga del sistema digestivo", señala. Además, enfatiza la importancia de dar un descanso adecuado al tubo digestivo, permitiendo que el cuerpo se recupere y se mantenga en equilibrio. 

El punto del libro de Catalina de la Peña es convencernos de que debemos recalibrar nuestra relación con la alimentación, siendo conscientes de nuestra naturaleza genética diseñada para la escasez y reduciendo nuestra dependencia de los carbohidratos. Además, busca destacar la importancia del consumo de grasas y proteínas de origen animal y del contacto con el sol.

En ese sentido, en su manuscrito destaca la importancia de comer alimentos que no estén procesados o que lo estén mínimamente, aquellos con los que el ser humano ha evolucionado a lo largo de miles de años. Él propone un enfoque de nutrición evolutiva, centrado en la comprensión de cómo se alimentaban nuestros ancestros y cómo eso se alinea con el funcionamiento óptimo de nuestro cuerpo​.

Para reforzar esos mensajes, difundir sus ideas y acercarse a un público más amplio, el nutricionista acude a sus redes sociales. De esta forma, llega directamente a los consumidores con sus teorías y consejos, influyendo en su toma de decisiones dietéticas y estilo de vida.

Asimismo, las redes sociales le permiten interactuar directamente con su audiencia, respondiendo preguntas, abordando preocupaciones y recibiendo retroalimentación sobre sus teorías y recomendaciones. Así, fortalece su relación con sus seguidores y enriquece su trabajo con perspectivas diversas.

Los seguidores de José María Catalina de la Peña en Instagram valoran su enfoque en la nutrición y su lucha contra los alimentos procesados. Tanto así que comentan sus post constantemente, los comparten y han contribuido a que la cuenta crezca como una comunidad de más de 54 mil personas.

Algunas de las opiniones que comparten son para halagarlo, otras para derribar creencias y otras, simplemente para consultar.

Así, en su último post, pueden leerse comentarios como: "Más de acuerdo imposible. Desequilibrando el sistema hormonal desde niños están generando un montón de problemas, mal llamados enfermedades, que el cuerpo intenta gestionar cómo puede. Ya vemos lo que está pasando con los excesos de estrógeno y el cáncer de mama el exceso de estrógeno y el melasma. Problemas con el cortisol de tiroides la melatonina. Volver al equilibrio del sistema hormonal es clave para recuperar la salud".

También el de usuarios que lo elogian: "Habiendo tantos idiomas y decides hablar con la verdad", "Mira que yo no halago a nadie pero de verdad que desde que cambié mi forma de comer gracias a ti , no he vuelto a tomarme un omeoprazol desde hace 4 meses enhorabuena".

Y quienes tienen preguntas: " ¿Un plátano puede hacer tanto daño al cuerpo humano? ¿De verdad? No entiendo nada... el azúcar y los dulces lo entiendo, pero una fruta, aunque se ponga en un chupete, ¡no puede ser malo!", "Pregunta: el arroz, ¿lavarlo antes de cocer? ¿o simplemente no comer?".

José María Catalina de la Peña es un reconocido dietista y experto en nutrición de España cuya influencia ha trascendido más allá del ámbito académico y profesional. Conocido por su enfoque crítico y su capacidad para desafiar las normas establecidas en nutrición, Catalina ha generado un importante debate en torno a la salud y la alimentación. 

Su trabajo se enfoca en replantear las prácticas dietéticas convencionales, argumentando en favor de un enfoque más adaptado a la genética humana y los estilos de vida modernos.

El libro de Catalina, "El diseño humano", ha sido un hito en su carrera. A través de su obra, propone un enfoque más centrado en la grasa y la proteína, alineado con lo que él considera el diseño genético humano. 

Como mencionamos anteriormente, Catalina ha ampliado su influencia a través de sus redes sociales, llegando a una audiencia global. Con un enfoque directo y accesible, utiliza plataformas como Instagram para educar al público sobre nutrición, desmentir mitos y promover un estilo de vida saludable. 

Su presencia en línea ha fortalecido su reputación como un experto accesible y ha fomentado un diálogo interactivo sobre temas importantes de salud y nutrición. No obstante, la figura de José María Catalina de la Peña es polarizadora en el campo de la nutrición. Mientras que muchos elogian su enfoque innovador y su desafío a las prácticas convencionales, otros en la comunidad médica y científica lo ven con escepticismo. 

A pesar de las críticas, ha mantenido su compromiso con la promoción de lo que él cree es una alimentación más acorde con nuestra biología y genética, generando un impacto significativo en cómo el público percibe la nutrición y la salud.