La dieta mediterránea es conocida mundialmente por su asociación a la alta longevidad de quienes la siguen, siendo ésta la dieta habitual en España. Sin embargo, los españoles estamos abandonando paulatinamente este tipo de alimentación saludable al incrementar el consumo de carne, ultraprocesados y alcohol. Esto está provocando un cambio en nuestros patrones alimenticios, pasando de dietas tradicionales, asociadas a una alta calidad de vida, a otras que a largo plazo pueden generar malestar y enfermedad.
Uno de los sistemas de nuestro cuerpo que más sufre por nuestra alimentación es el circulatorio. Los alimentos pueden inflamar, aumentar nuestra presión sanguínea y generar colesterol en las paredes de nuestros vasos sanguíneos. Para proteger nuestro corazón es importante introducir en nuestra dieta frutas, verduras, frutos secos y legumbres de forma regular, ya que contienen fibra y sustancias antiinflamatorias.
A pesar de introducir estos alimentos saludables en nuestra dieta, es necesario desplazar otros que son dañinos para nuestra salud. Lauren Baldwin, experta en Cardiología en el Instituto de Salud Cardíaca y Vascular de Orlando (Estados Unidos), ha identificado seis alimentos muy comunes en la dieta española que los cardiólogos evitan a toda costa. 
Algunos de estos alimentos como las carnes procesadas como los embutidos, los jamones curados y las salchichas son alimentos muy populares en España, pero, según Baldwin, pueden resultar dañinos para la salud al contener mucha sal, grasa saturada y radicales libres. Lo mismo ocurre con las patatas fritas y la comida rápida, que además de ser altas en sal y grasas insanas, son alimentos muy calóricos. La carne roja, también muy popular en España, aunque es una importante fuente de proteínas, no es recomendable en exceso.

Estos son los 6 alimentos señalados por la doctora en Cardiología

1.    Tocino, salchichas y carnes procesadas

Estos alimentos no son muy saludables. Para empezar, tienen un alto contenido en sal, que puede contribuir en gran medida a la hipertensión. Estos sabrosos alimentos también tienen un alto contenido en grasas saturadas, que pueden aumentar los niveles de colesterol LDL. A menudo denominado "colesterol malo", es el que se acumula en las paredes de los vasos sanguíneos y aumenta el riesgo de infarto e ictus. Y por último, los alimentos procesados tienen una gran cantidad de radicales libres, que pueden aumentar su riesgo de varios tipos de cáncer.

2.    Patatas fritas y otros aperitivos procesados

Estos crujientes aperitivos suelen tener un alto contenido en sodio y grasa. Pero peor aún son todas las calorías vacías que estás consumiendo. Cuando comes sano, tu objetivo es alimentar tu cuerpo. Pero cuando comes patatas fritas y galletas, todo lo que obtienes son calorías sin las vitaminas, minerales y fibra que tu cuerpo necesita. Esa es una receta para comer en exceso, ya que seguirás teniendo hambre, incluso después de terminar esa bolsa.

3.    Comida rápida

Esto puede ser difícil, ya que todos nos encontramos de vez en cuando en situaciones en las que la comida rápida es la opción más fácil. La clave es evitar que estos alimentos formen parte habitual de tu dieta. Al igual que otros alimentos de esta lista, tienen un alto contenido en sodio. Pero aún peor es que muchos restaurantes de comida rápida siguen utilizando grasas trans. Éstas son las grasas menos saludables que se pueden consumir, ya que aumentan los niveles de colesterol malo y reducen los de colesterol bueno. Una de las razones por las que se siguen utilizando estas grasas -sobre todo con los alimentos fritos- es que tienen una vida útil más larga.

4.    Carne roja

La carne roja, incluida la de cerdo, es más rica en grasas saturadas y colesterol. Investigaciones recientes también sugieren que la carne roja contiene nutrientes que producen trimetilamina-N-óxido (TMAO) cuando se descomponen en el intestino. El TMAO se ha relacionado con un mayor riesgo de endurecimiento de las arterias, infarto de miocardio y accidente cerebrovascular. Si tienes un antojo que no se soluciona con pollo o pescado, busca el corte de carne roja más magro que encuentres y quítale la grasa visible. Entre los cortes más magros están:
  • Lomo alto
  • Filete de solomillo
  • Filete de ternera
  • Solomillo superior

5.    Bebidas azucaradas

Las bebidas azucaradas aumentan el riesgo de padecer enfermedades metabólicas y diabetes, que es un importante factor de riesgo cardiovascular. Al igual que las patatas fritas, estas bebidas también están llenas de calorías vacías. Las bebidas energéticas forman parte de este grupo. Están cargadas de azúcar y altas cantidades de cafeína, que pueden causar palpitaciones (aleteo o latidos rápidos del corazón) y, en algunos casos, arritmia (latido irregular del corazón).

6.    Palomitas de maiz

Hay varias razones para evitar este aperitivo en su próxima visita al cine. Además de estar cubiertas de sal, a menudo se hacen en aceite de coco, rico en grasas saturadas que pueden aumentar el colesterol malo. Peor aún es si lo empapas en "mantequilla", que suele ser algo así como aceite de palma aromatizado con sabor a mantequilla, lo que te aporta aún más grasas saturadas. El gran tamaño de las porciones tampoco ayuda. Esto no quiere decir que todas las palomitas sean malas. Puedes hacer un tentempié saludable con palomitas de maíz infladas. Eso sí, no te pases con la mantequilla, la sal y el tamaño de las porciones.
Nadie está sugiriendo que tengas que abandonar por completo tus golosinas o alimentos favoritos. Si estás de viaje y la única opción es la comida rápida, coge el sándwich de pollo a la plancha en lugar de la hamburguesa con queso y doble bacon. Pide de vez en cuando palomitas para ir al cine. Pero evita la mantequilla o pide un tamaño más pequeño. Llevar una dieta sana es cuestión de equilibrio. Lo importante es que te centres en las opciones más sanas la mayor parte del tiempo.

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