Los trabajadores conocidos como fijos discontinuos en España son aquellos que poseen un contrato indefinido de carácter intermitente, que se realiza en función de la actividad o campañas, usualmente relacionadas con trabajos de temporada. 
Durante el periodo de inactividad en el que no se desempeñan en sus labores, estos trabajadores tienen el derecho a percibir la prestación por desempleo que hubieran generado una vez que dejan de trabajar. No obstante, su rechazo a la reincorporación al trabajo cuando son convocados por sus empresas puede resultar en la suspensión de dicha prestación por parte del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). 
Este es un escenario que se mantendrá en pie hasta que el individuo, después de reincorporarse al trabajo, cause baja involuntaria del mismo. La razón detrás de tal situación radica en las normativas establecidas por el SEPE, que estipulan que las prestaciones solo pueden ser percibidas por quienes se encuentran desempleados de forma involuntaria. 
Es por ello que uno de los requisitos fundamentales para recibir un subsidio por desempleo es no negarse a participar en actividades de formación profesional y no rechazar una colocación adecuada, a menos que existan causas que lo justifiquen. 
En este sentido, es el servicio público de empleo de la comunidad autónoma en la que el desempleado está inscrito como demandante de empleo quien determinará si ha habido o no una oferta de trabajo adecuada. 
Vale la pena mencionar que aquellos trabajadores fijos discontinuos que perciben la prestación por desempleo y que, al retornar a laborar lo hacen a tiempo parcial, no podrán compatibilizar la prestación y el trabajo a tiempo parcial. En este caso, la prestación también será suspendida o extinguida, como remarcan los servicios de empleo. 
 

¿Qué ocurre cuando acaba la campaña?

Cuando la campaña concluye, el trabajador discontinuo fijo tiene la opción de reanudar la prestación anterior que había sido aprobada, siempre y cuando no se haya extinguido debido a que la duración del trabajo o trabajos efectuados equivalgan o superen los 360 días. O bien puede solicitar una nueva prestación, si desde el comienzo de la prestación anterior ha cotizado al desempleo al menos 360 días y cumple con el resto de requisitos exigidos. 
Así, aunque no se haya extinguido la prestación anterior, el trabajador puede percibir una nueva, siempre que pueda acreditar nuevos períodos de ocupación cotizada de 360 días como mínimo. En este escenario, la prestación anterior que había suspendido al empezar la campaña será extinguida. 
En el evento de finalizar la campaña y solicitar la reanudación de la prestación suspendida, el trabajador cobrará los días que aún están pendientes. Los periodos cotizados desde el nacimiento de dicha prestación serán tenidos en cuenta para una prestación posterior.
 

¿Qué son los trabajadores fijos discontinuos?

Los trabajadores fijos discontinuos son un tipo de empleados que tienen un contrato de trabajo indefinido, pero suelen trabajar en ciertas épocas del año o en función de la demanda laboral de la empresa. Estos trabajadores son comunes en industrias como el turismo, la construcción, la agricultura y la hostelería, donde la actividad laboral puede variar estacionalmente.
Una característica fundamental de los trabajadores fijos discontinuos es que tienen un compromiso continuo con la empresa, lo que significa que están vinculados a ella durante todo el año, incluso cuando no están trabajando activamente. A diferencia de los trabajadores temporales, no se les contrata para proyectos o tareas específicas, sino que forman parte integral de la plantilla de la empresa.
Estos empleados tienen derechos laborales similares a los trabajadores fijos, como prestaciones sociales y acceso a formación, pero su salario y horario laboral pueden variar significativamente a lo largo del año. Las empresas utilizan este tipo de contrato para adaptarse a las fluctuaciones estacionales de la demanda laboral sin tener que contratar y despedir constantemente a nuevos empleados. Aunque pueden experimentar periodos de inactividad, su estatus de fijos les proporciona cierta estabilidad en el empleo a largo plazo.
 

¿Qué es el SEPE?

El SEPE (Servicio Público de Empleo Estatal), es una entidad española encargada de gestionar las políticas de empleo y los programas de formación para trabajadores. Esta institución juega un papel crucial en el mercado laboral español, proporcionando una amplia gama de servicios tanto para empleadores como para buscadores de empleo. 
Entre sus funciones más destacadas se encuentra la gestión de las prestaciones por desempleo, ofreciendo apoyo económico a aquellos individuos que se encuentran en búsqueda activa de trabajo. Además, el SEPE es responsable de la orientación laboral, promoviendo la inserción y reinserción laboral a través de programas de formación y cualificación profesional adaptados a las necesidades del mercado de trabajo actual.
Además de sus funciones relacionadas con el desempleo y la formación, el SEPE también actúa como un puente entre empleadores y candidatos, facilitando la búsqueda de trabajo y la selección de personal. 
A través de su portal web, el SEPE ofrece un amplio catálogo de ofertas de empleo, permitiendo a los usuarios inscribirse y postularse a diferentes posiciones. Este servicio digital se complementa con una red de oficinas distribuidas por todo el territorio español, donde los profesionales ofrecen asesoramiento personalizado y apoyo en la gestión de trámites. 
Así, el SEPE se consolida como una pieza fundamental en la estructura del mercado laboral en España, contribuyendo significativamente a la reducción del desempleo y al fomento de una fuerza laboral cualificada y competitiva.

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