El Imserso aprueba una pensión de jubilación para las amas de casa que nunca hayan cotizado

Las amas de casa mayores de 65 años en España, que han dedicado su vida a las tareas del hogar sin cotizar nunca a la Seguridad Social, están en su derecho de adquirir una prestación no contributiva de jubilación. Esta protección social se proporciona mediante el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso), entidad dependiente de la Seguridad Social. 

 

España ofrece este tipo de prestaciones de jubilación o invalidez a quienes nunca han cotizado o no lo han hecho durante el período mínimo requerido. Tratan de garantizar una ayuda económica, adecuada asistencia médico-farmacéutica y servicios sociales complementarios. No obstante, el beneficiario debe cumplir una serie de requisitos. 

 

Además de tener más de 65 años, se necesita residir en España y haberlo hecho durante diez años. Se debe aclarar que ese período debe comprender la etapa entre el cumplimiento de los 16 años y la fecha en la que se solicita la pensión. 

Asimismo, dos de esos años deben ser consecutivos e inmediatamente previos a la solicitud de la prestación. Además de la edad y la carencia o escasez de cotizaciones, se debe cumplir con el requisito de rentas. Si el solicitante vive solo, las rentas anuales no pueden superar los 6.784,54 euros. 

Sin embargo, si vive en compañía, el límite de renta dependerá de la unidad de convivencia y del número de personas que la compongan. La 'unidad económica de convivencia' se entiende como aquel grupo formado por el beneficiario y otras personas unidas por matrimonio o lazos de parentesco de consanguinidad, adopción hasta el segundo grado. 

Esto incluye a padres, abuelos, hijos, nietos y hermanos del solicitante. Si el beneficiario convive únicamente con su cónyuge y/o parientes consanguíneos de segundo grado, los ingresos anuales no pueden sobrepasar lo siguiente: en caso de dos convivientes, 11.533,72 euros; si son tres, 16.282,90 euros y; si son cuatro, 21.032,08 euros. Los umbrales se aumentan significativamente si el solicitante cohabita con alguno de sus padres o hijos. 

 

La cuantía individual de la pensión se establece en función del número de beneficiarios de pensión no contributiva integrados en la misma unidad económica de convivencia, de los ingresos personales y de las personas que conforman esa unidad. La suma no puede ser inferior a 1.696,14 euros anuales, que equivale al 25% del importe íntegro para 2023. En el 2023, la cuantía mínima de la pensión no contributiva de jubilación íntegra aumentó a 484,61 euros mensuales. Así mismo, la prestación mínima, que corresponde al 25%, se estimó en 131,44 euros mensuales. 

El Imserso considera que todas las personas que cumplan con los requisitos, incluidas las amas de casa mayores de 65 años, tienen derecho a una prestación no contributiva. Esta política social tiene como objetivo ofrecer una red de seguridad para aquellos que no han podido cotizar durante el periodo requerido o nunca lo han hecho. 

 

El Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso) es la entidad gestora responsable de encargarse de las prestaciones no contributivas. Dependiente de la Seguridad Social, se encarga de garantizar un mínimo de ingresos a las personas que no han cotizado lo suficiente o que directamente no tienen ingresos.