Los peligros para la salud de consumir vinagre de manzana en ayunas según los expertos

La tendencia de tomar vinagre de manzana en ayunas ha ganado popularidad en las redes sociales. El crecimiento exponencial de esta creencia se ha propagado especialmente por Instagram, de la mano de influencers que destacan innumerables beneficios de este hábito. 

Sin embargo, expertos en alimentación y nutrición cuestionan estos alegatos e incluso advierten posibles consecuencias negativas para la salud. En este artículo, te contamos por qué y cuáles son los problemas de los que puede derivar su consumo.

El vinagre de manzana es un producto que se obtiene de la fermentación del jugo de manzanas trituradas, rico en ácido acético y con la presencia de vitaminas B y C. Su uso se ha popularizado en aderezos de ensaladas y en la cocina en general. 

Aparte de esto, en años recientes, su consumo en ayunas a primera hora de la mañana se ha extendido en la sociedad, atribuyéndosele beneficios en la lucha contra la obesidad, la diabetes, la mejora del rendimiento atlético, la prevención de cálculos renales, entre otros. 

Sin embargo, no existe evidencia científica sólida que respalde ninguna de estas afirmaciones.

Algunas personas creen erróneamente que el vinagre de manzana puede ayudar a detoxificar el cuerpo, a regular el pH y hasta a perder peso. 

"Se dice que ayuda a detoxificar el cuerpo y esto es totalmente falso. No hay alimentos ni bebidas que detoxifiquen. El cuerpo tiene sus propios mecanismos de detoxificación, a través del hígado y los riñones", explica Ariadna Parés, reconocida dietista-nutricionista. 

Continua: "Beber algo tan ácido como es el vinagre de manzana cada mañana y en ayunas puede provocarte molestias como acidez e incluso dañar tu esmalte dental y mucosa gástrica poco a poco. Además, si ya tienes algún problema gástrico como gastritis o la pared del estómago algo inflamada las molestias serán aún peores".

Una práctica similar a la del vinagre de manzana es el consumo de agua con limón en ayunas. Ana Colomer, otra experta dietista-nutricionista, sostiene que ambos casos carecen de beneficios científicamente probados: "Lo único demostrado científicamente es que tomar vinagre con agua en ayunas hace que se nos acidifique nuestro pH. Y esto puede causarnos problemas gástricos muy peligrosos y dañinos, desde una pequeña úlcera, una gastritis, diarrea crónica, acidez, reflujo, problemas en movilidad intestinal…". 

De manera similar, hay afirmaciones en Internet sobre que el vinagre ayuda a la digestión y a la inflamación, pero estas aseveraciones están lejos de la verdad.

El consumo de alimentos o bebidas altamente ácidos puede erosionar el esmalte dental a largo plazo. Los especialistas aconsejan evitar la ingesta de vinagre de manzana en ayunas, ya que no aporta ninguno de los beneficios que se le atribuyen en la red y puede provocar molestias significativas. 

En lugar de ello, es aconsejable seguir una dieta equilibrada y variada y hacer ejercicio de forma regular. Allí radica la verdadera clave para mantener una salud óptima.

Consumir algo en ayunas puede tener un impacto significativo en cómo tu cuerpo asimila nutrientes y gestiona la energía a lo largo del día. Si buscas alternativas al vinagre de manzana, podrías considerar estas opciones nutritivas e incorporarlas en tu rutina matutina.

La infusión de jengibre es conocida por sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. Ayuda a combatir las náuseas y mejora la digestión. Para prepararla, pela y corta un pequeño trozo de jengibre fresco, añádelo a agua caliente y deja que infusione durante unos minutos antes de beber.

El té verde es rico en antioxidantes como los polifenoles, que pueden proteger contra diversas enfermedades y ayudar en la pérdida de peso. Para un efecto más suave en ayunas, opta por un té verde de calidad y evita consumirlo muy concentrado para reducir el riesgo de molestias estomacales.

Un batido de frutas y verduras puede ser una opción nutritiva y revitalizante. Combina espinacas, kale o cualquier verde oscuro con frutas como plátano, manzana o arándanos para un impulso de fibra, vitaminas y minerales. Además, asegúrate de incluir una fuente de grasa saludable como aguacate o semillas de chía para mejorar la absorción de vitaminas liposolubles.