El perfume es una extensión personal, una elección íntima que, a menudo, está sujeta al gusto y las emociones. Aun así, no hay nada que nos atrape más que descubrir nuevas fragancias y compartirlas contigo. 
En esta ocasión, mi elección va para aquellas mujeres con un carácter distintivo, elegante sin llegar a empalagar, robusto y duradero. Hablo del Lalibela de Memo Paris, una firma francesa de lujo que ha conquistado corazones y narices en todo el mundo, incluyendo España.

Memo Paris: un viaje olfativo

Memo Paris, fundada en 2007 por la pareja Clara Molloy y su esposo John, ha revestido de emocionalidad y poesía el mundo de la perfumería. Los creadores, al considerar cada fragancia como un viaje, han reelaborado el mapa del mundo olfativo, generando un universo de aromas único en su expresión. 
En Memo Paris no existen las restricciones en las elecciones de los ingredientes. Se da rienda suelta a la creatividad del perfumista, en función de la conceptualización de la fragancia
La firma también profesa un aire vintage en sus presentaciones. Creen que cada perfume lleva en sí la fuerza de un recuerdo y que florece y se instaura en la memoria con el paso del tiempo. Y, posiblemente, el ejemplo más representativo de esta filosofía sea Lalibela, un perfume que ha conquistado mi gusto personal.

Lalibela: la herencia de la colección Les Échappées y Fleurs Bohemes

Inspirado en las doce iglesias talladas en la roca de Lalibela, en el norte de Etiopía, África, Lalibela ha ganado un lugar en mi corazón. Pertenece a la colección Les Échappées de Memo Paris, una línea que recoge fragancias inspiradas en lugares únicos, mágicos, recónditos del mundo. 
También es parte de la colección Fleurs Bohemes de la firma, que transforma en perfume la belleza indómita de las flores, provocando un viaje imaginativo con cada aroma
El encanto de Lalibela reside en su construcción aromática en torno a la rosa. La fórmula, astutamente, integra tres ingredientes principales: el absoluto de rosa, el pachuli y el incienso, logrando una fragancia con un carácter místico. En cada inhalación, además, se pueden entrever notas adicionales de coco, jazmín, tabaco, vainilla y ládano que se añaden a su encanto. 
Por otra parte, la duración de Lalibela es inmejorable. Gracias a la alta calidad de sus ingredientes, ofrece una presencia larga y consistente. Se puede adquirir en Abanuc a un precio de 235 euros. Aunque pueda parecer una inversión considerable, la experiencia y la duración que proporciona este perfume, merece cada céntimo invertido.

La influencia de París en la perfumería española

Los perfumes parisinos han ejercido una influencia significativa en las preferencias olfativas de las mujeres españolas. La capital francesa, conocida como la cuna de la alta perfumería, ha sido históricamente un punto de referencia para las amantes de las fragancias en España
La elegancia, sofisticación y la calidad excepcional de los perfumes de París se han convertido en sinónimo de lujo y distinción.

Preferencias y tendencias

En los últimos años, hemos observado una tendencia creciente en España hacia los perfumes con notas florales y de maderas ligeras, reflejando una preferencia por lo elegante, pero sutil. Las mujeres españolas valoran fragancias que complementen su personalidad sin sobrepasarla, buscando aquellos perfumes que ofrezcan un carácter distintivo y duradero.
Entre las marcas más apreciadas en España se encuentran Chanel, Dior y, por supuesto, Memo Paris, cuya historia y filosofía resonaron profundamente con el público español. Estas marcas destacan no sólo por sus exquisitas creaciones olfativas sino también por su capacidad para contar historias y evocar emociones a través de sus perfumes.

El valor de la experiencia olfativa

Finalmente, el uso de perfumes parisinos en el país trasciende la mera aplicación de una fragancia; se trata de una experiencia sensorial y emocional. Las mujeres españolas buscamos en estos perfumes un reflejo de nuestra identidad e historias que resonarán en nuestra piel y memoria, convirtiendo el acto de perfumarnos en un ritual íntimo y profundamente personal.

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