Los granos internos, también conocidos como granos enquistados o pápulas, son un problema frecuente y molesto que nos afecta a muchos, independientemente de la edad. Esta afección cutánea se produce por una obstrucción en los poros que provoca una producción excesiva de sebo y la proliferación de bacterias en nuestra piel, originando una inflamación que puede ser muy dolorosa. 
En España se ha observado un incremento de casos de acné en adultos durante los últimos años y, también, la aparición de estos molestos granos internos. La eliminación de tales protuberancias puede resultar complicada, por eso te presentamos una serie de trucos y remedios naturales para ayudarte a combatir este problema.

Causas de los granos enquistados

La aparición de granos internos se debe principalmente a la obstrucción de los poros, que genera un incremento en la producción de sebo en la piel. Sin embargo, son los poros bloqueados en niveles más profundos de la dermis los responsables de los granos enquistados, que se manifiestan en una inflamación interna que puede llegar a hacerse evidente en la superficie cutánea. 
Esta inflamación no es solamente antiestética sino que resulta incómoda y dolorosa. Estas afecciones son especialmente difíciles de tratar a causa de su ubicación interna y, al intentar eliminarlas, muchas veces acabamos agravando la situación. Por eso, es importante aprender a cuidar de nuestra piel y tratar estas imperfecciones correctamente.

Tratamientos naturales para los granos internos

En el ámbito de los remedios caseros, existen varias soluciones que pueden ayudarnos a mejorar la salud de nuestra piel y, con el tiempo, a eliminar los granos internos. El poder de la naturaleza puede ser nuestro aliado en este proceso, por ejemplo, con mascarillas caseras efectivas contras estas afecciones. 
Mediante la aplicación periódica de mascarillas de arcilla verde, aloe vera o fresas podemos contribuir a la desinflamación de la piel y a la eliminación de impurezas. 
Las infusiones de manzanilla también son un remedio ancestral eficaz. Tan solo debemos hervir flores de manzanilla y aplicar los vapores en nuestro rostro cubriéndonos con una toalla, siempre con precaución para no quemarnos la piel. 
Otro potente aliado contra los granos internos es el aceite de árbol de té. Este aceite natural tiene propiedades antimicrobianas, ayudando a reducir la proliferación de bacterias y, por ende, de granos.

Consejos prácticos para eliminar los granos internos

Aparte de los remedios caseros, hay una serie de consejos que ayudan a mejorar la salud de nuestra piel y a luchar contra los granos internos. Un buen hábito es evitar tocarlos y presionarlos con las manos, ya que de esta forma sólo lograremos que las bacterias se esparzan y aumente la inflamación. 
Si padecemos de un grano enquistado que presenta infección severa o un dolor muy fuerte, lo recomendable es acudir a un dermatólogo
Diariamente debemos limpiar nuestra piel. Para ello, lo mejor es: 
  • Utilizar lociones limpiadoras antibacterianas que reduzcan la producción de sebo. 
  • Evitar productos con fragancias y compuestos químicos agresivos. 
En el mercado existen cremas y geles específicos para reducir la inflamación y eliminar bacterias y células muertas. El uso regular de estos productos puede ayudarnos a tratar los granos internos de manera efectiva.

Alimentación, hidratación y granos internos

Finalmente, aunque el vínculo entre la dieta y el acné no está completamente establecido, se sugiere que una dieta rica en alimentos de bajo índice glucémico, así como la limitación de lácteos y alimentos ricos en azúcares y grasas podría beneficiar la salud de la piel. 
Incorporar alimentos ricos en vitaminas A, B, omega 3 y zinc, así como frutas y verduras, también puede ayudar a mejorar el estado de nuestra piel y reducir la aparición de granos internos. 
Mantener un equilibrio adecuado de hidratación es otro aspecto crucial para combatir el acné. Beber suficiente agua a lo largo del día ayuda a mantener la piel hidratada, facilitando la eliminación de toxinas y promoviendo un ambiente menos propicio para la proliferación de bacterias causantes del acné. Además, el agua puede ayudar a mejorar la circulación y aportar a la salud general de la piel, reflejándose en una menor incidencia de granos internos y una piel más luminosa y saludable.
Por otro lado, es importante considerar el papel que juegan los probióticos en la salud de nuestra piel. Consumir alimentos fermentados como el yogur natural, el kéfir, el chucrut o los suplementos probióticos puede fortalecer el microbioma intestinal, lo cual tiene un impacto positivo en la reducción de la inflamación sistémica y, por ende, en la mejora del acné y otras afecciones dermatológicas. 
 

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El incremento del acné en adultos en España

El incremento del acné en adultos en España puede atribuirse a múltiples factores interrelacionados, que van desde el estrés hasta cambios en el estilo de vida y la alimentación. En los últimos años, la vida acelerada y el estrés crónico han sido señalados como desencadenantes significativos del acné adulto. 
El estrés aumenta la producción de cortisol, una hormona que, a su vez, puede incrementar la producción de sebo en la piel, creando un ambiente propicio para el desarrollo de acné. Además, la situación actual, marcada por la pandemia de COVID-19, ha exacerbado los niveles de estrés y ansiedad en la población, lo que podría explicar en parte este aumento.
Además, la alimentación moderna, rica en azúcares refinados, grasas saturadas y alimentos procesados, ha sido vinculada con el incremento de acné en adultos. Estudios recientes sugieren que estos alimentos pueden alterar el equilibrio hormonal y promover la inflamación en el cuerpo, lo que se traduce en brotes de acné. 
Por ejemplo, un estudio publicado en la Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics encontró una correlación entre dietas de alto índice glucémico y la severidad del acné, apoyando la teoría de que el consumo de ciertos alimentos puede influir directamente en la aparición y gravedad del acné.
El cambio en el uso de cosméticos y productos de cuidado personal también podría estar influyendo en la prevalencia del acné adulto. La tendencia a usar múltiples productos faciales, algunos de los cuales pueden contener ingredientes comedogénicos, es decir, que pueden obstruir los poros, ha aumentado. 
La falta de una limpieza facial adecuada o el uso excesivo de productos destinados a combatir el acné (que paradójicamente pueden irritar y desequilibrar aún más la piel) son factores contribuyentes. 
La concienciación sobre la importancia de elegir productos adecuados para el tipo de piel y la consulta con dermatólogos para obtener recomendaciones personalizadas son pasos esenciales para contrarrestar esta tendencia.

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