La ANSES - Agence nationale de sécurité sanitaire de l’alimentation (Autoridad sanitaria francesa) ha informado sobre la retirada inmediata de mejillones procedentes de España debido al riesgo de infección por salmonelosis. La alerta ha sido comunicada por las autoridades sanitarias del país galo a través del Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos de la Unión Europea (Rasff).
La presencia de la bacteria Salmonella spp, responsable de la salmonelosis, fue detectada en un autocontrol realizado por la cadena de supermercados Auchan en la localidad francesa de Sète. Ante este hallazgo, el Rasff ha calificado el riesgo como 'grave' y ha ordenado informar a los destinatarios del incidente para prevenir posibles riesgos para la salud pública.

Síntomas y recomendaciones ante la salmonelosis

La salmonelosis es una enfermedad causada por la bacteria Salmonella, una de las principales responsables de enfermedades diarreicas en humanos. Los síntomas más comunes incluyen diarrea, vómitos, fiebre y dolor de cabeza. Aunque en la mayoría de los casos las infecciones son leves, en ocasiones pueden derivar en complicaciones graves, especialmente en niños, ancianos y personas inmunodeprimidas.
Las autoridades de consumo francesas enfatizan la importancia de no ingerir el producto si ha sido adquirido y, en caso de presentar sintomatología compatible con salmonelosis tras su consumo, acudir de inmediato a un centro de salud.

Brotes de salmonella en Europa

El Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) informó el año pasado sobre dos brotes de Salmonella Enteritidis ST11 endémicos en toda Europa, con más de 100 casos humanos identificados en 11 países de la UE y el Espacio Económico Europeo. Estos brotes se relacionaron con el consumo de carne de pollo en productos tipo kebab.
Muchas de las muestras de los productos analizados presentaron cambios genéticos que causaban resistencia a la ciprofloxacina en la bacteria, lo que puede comprometer la recuperación de los pacientes más vulnerables en caso de requerir tratamiento antibiótico.

Prevención de infecciones por salmonella

Para prevenir la infección por Salmonella y otros organismos transmitidos por alimentos, es fundamental seguir buenas prácticas de higiene y manipulación, como:
  • Cocinar bien la carne y el pescado
  • Lavar cuidadosamente frutas y verduras
  • Evitar la contaminación cruzada entre alimentos crudos y cocidos
  • Mantener una higiene adecuada en la cocina y al manipular alimentos
Estas medidas son especialmente importantes para proteger a las personas más vulnerables, como niños pequeños, ancianos y aquellos con sistemas inmunitarios debilitados.
La retirada de mejillones españoles debido a la presencia de Salmonella resalta la importancia de los sistemas de vigilancia y alerta alimentaria a nivel europeo. Gracias a la rápida detección y comunicación entre autoridades, se pueden tomar medidas oportunas para proteger la salud de los consumidores. 
Es fundamental que tanto la industria alimentaria como los ciudadanos estén informados y sigan las recomendaciones de seguridad para prevenir infecciones por patógenos transmitidos por alimentos.
 

¿Qué es una alerta alimentaria de la RASFF?

Una alerta alimentaria de la RASFF (Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos de la Unión Europea) es una notificación oficial emitida cuando se identifica un riesgo potencial para la salud pública derivado del consumo de un alimento o producto alimentario. Estas alertas son parte de un sistema de vigilancia y respuesta rápida para proteger a los consumidores. 
El Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos (RASFF) es una herramienta crucial implementada por la Unión Europea con el objetivo de garantizar la seguridad alimentaria y proteger la salud pública. Este sistema permite una comunicación eficaz y rápida entre los Estados miembros sobre riesgos potenciales que afectan a los alimentos o piensos, facilitando así la adopción de medidas necesarias para mitigar o eliminar dichos riesgos. Desde su creación en 1979, el RASFF ha demostrado ser fundamental en la prevención de riesgos para los consumidores y en la facilitación del comercio de alimentos seguros dentro y fuera de las fronteras de la UE.

Proceso de Detección y Notificación: 

El proceso comienza cuando se detecta un problema en un producto alimentario, ya sea por controles rutinarios, autocontroles de las empresas, notificaciones de otros países, o informes de consumidores o profesionales de la salud. 
Una vez identificado el riesgo, se activa un protocolo que incluye la evaluación del peligro, la trazabilidad del producto y la determinación de las medidas a adoptar. En España se canaliza a través de la AESAN, utilizando el Sistema Coordinado de Intercambio Rápido de Información (SCIRI), se encarga de distribuir la información relevante a las autoridades competentes en las comunidades autónomas.

Tipos de Riesgos y Medidas

Los riesgos que pueden desencadenar una alerta alimentaria incluyen contaminación química, biológica (como bacterias patógenas), presencia de cuerpos extraños (como fragmentos de vidrio o plástico), o etiquetado incorrecto que pueda ocasionar alergias. Dependiendo de la gravedad y el alcance del riesgo, las medidas pueden variar desde la retirada del producto del mercado, pasando por la emisión de recomendaciones de no consumo hasta la realización de campañas informativas para alertar al público.
Las alertas alimentarias son una herramienta crucial en la protección de la salud pública. Permiten reaccionar de manera rápida y eficaz ante riesgos alimentarios, minimizando así la exposición de los consumidores a productos peligrosos. 
Además, estas alertas ayudan a mantener la confianza en el sistema de seguridad alimentaria, asegurando que los alimentos que llegan al consumidor son seguros y de calidad. La transparencia y la comunicación efectiva son elementos clave en la gestión de estas alertas para garantizar la protección y el bienestar de los consumidores.

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