Los resfriados y las alergias, comunes por la variabilidad climática de España, pueden motivar la acumulación de mocos en la garganta. Estas molestias podrían desencadenar situaciones problemáticas de salud si no se atienden apropiadamente. 
La mucosidad respiratoria, también conocida como esputo o flema, es una sustancia viscosa producida por las membranas mucosas de las vías respiratorias. Esta secreción juega un papel crucial en el sistema respiratorio, actuando como una barrera protectora que atrapa partículas extrañas, como polvo, virus, bacterias y alérgenos, previniendo así su entrada en los pulmones. La mucosidad está compuesta principalmente por agua, sales, anticuerpos y diferentes proteínas, como las mucinas, que son responsables de su viscosidad. Su producción es un proceso normal y saludable que ayuda a mantener las vías respiratorias húmedas y a defender el cuerpo contra las infecciones.
Sin embargo, la producción excesiva de mucosidad o cambios en su consistencia pueden ser indicativos de diversas condiciones médicas

Maneras efectivas de eliminar la mucosidad

La fisioterapia respiratoria enseña técnicas de tos y movimiento de secreciones para optimizar la oxigenación y la eliminación de la mucosidad
Entre las sugerencias más recomendadas se encuentran:
  • Humidificar el ambiente para ablandar las secreciones y facilitar su expulsión.
  • Beber muchos líquidos, algo que es esencial tanto en situaciones de resfriado como en estado de normalidad.
  • Usar gotas naturales, como el agua de mar, para limpiar las vías nasales y mejorar la respiración. Aquí, es muy importante no usar inhaladores de farmacia sin receta.
  • Hacer vahos con agua y sal para despejar la mucosidad.
  • Ventilar regularmente la vivienda o espacio de trabajo.
  • Evitar el humo de tabaco y consultar con un profesional antes de tomar un jarabe descongestionante o antitusivo.

Remedios caseros para la tos y los mocos

Existen diversos remedios caseros que resultan efectivos a la hora de aliviar la congestión y la tos con mocos.
  • Las infusiones de jengibre y cardamomo, con sus propiedades antiinflamatorias y descongestivas.
  • El uso de eucalipto en vahos, que tiene un efecto balsámico.
  • El ajo y la cebolla, con propiedades antibacterianas y beneficiosas para reforzar las defensas.
  • La infusión de tomillo, que también es expectorante.
Además, también podemos mencionar la limpieza nasal yóguica que, aunque menos conocida, es bastante efectiva. Para realizar esta limpieza correctamente, necesitarás los siguientes materiales:
  • Una lotā o neti pot, un pequeño recipiente con un pico diseñado especialmente para este proceso.
  • Agua tibia purificada o destilada, para evitar irritaciones o infecciones.
  • Sal marina fina (sin yodo) para crear una solución salina isotónica.
Preparación de la solución salina
La preparación adecuada de la solución salina es crucial para una experiencia segura y efectiva. Sigue estos pasos:
  • Disuelve aproximadamente una cucharadita de sal marina en un litro de agua tibia.
  • Asegúrate de que la sal esté completamente disuelta y la temperatura del agua sea cómoda para evitar molestias.
Limpieza yóguica paso a paso

Cómo eliminar las flemas de forma natural

En el caso de las flemas, que pueden llegar a ser muy molestas e incluso pueden provocar faringitis crónica si se tiene alergia, una de las claves para su eliminación es la hidratación.
Además, te puedes deshacer de ellas de la siguiente manera:
  • Realizando gárgaras con agua y sal.
  • Utilizando aceite esencial de eucalipto, que alivia la irritación y abre las vías respiratorias.
  • Tomando té con miel y limón, una combinación perfecta para facilitar la expulsión de los mocos.
  • Elaborando jarabes con plantas medicinales como la altea o malvavisco, el berro o el gordolobo.
Debido a los cambios de temperatura bruscos en España, los casos de personas con creciente acumulación de moco en la garganta son comunes. En este sentido, es esencial enfocarse en la prevención a través de los remedios caseros y técnicas de fisioterapia respiratoria descritas anteriormente. 

Recuperación 

El tiempo de recuperación de la mucosidad y la tos puede variar significativamente de una persona a otra, dependiendo de diversos factores como el estado general de salud, la presencia de condiciones subyacentes, la intensidad y duración de los síntomas y cómo el cuerpo responde a los remedios caseros y técnicas de fisioterapia respiratoria
Veámoslos en detalle:

1. Intensidad de los síntomas

La severidad de la mucosidad y la tos puede afectar directamente el tiempo de recuperación. Los casos leves suelen resolver más rápido que aquellos más severos o complicados.

2. Adherencia a los remedios y técnicas

La eficacia de los remedios caseros y la fisioterapia respiratoria depende de la consistencia y precisión con que se sigan las indicaciones. Una aplicación diligente de los consejos puede acelerar la recuperación.

3. Salud general y estilo de vida

Un sistema inmunológico fuerte, facilitado por una dieta equilibrada, ejercicio regular y suficiente descanso, puede mejorar significativamente el tiempo de recuperación. Los fumadores o personas con estilos de vida sedentarios pueden experimentar una recuperación más lenta.

Tiempo estimado de recuperación

Recuperación de la mucosidad

Siguiendo los consejos anteriores de manera consistente, muchos individuos comienzan a ver una mejora en la mucosidad en 1 a 2 semanas. La clave está en mantener las vías nasales humidificadas, practicar limpiezas nasales regularmente, y evitar irritantes como el humo del tabaco.

Recuperación de la tos

La tos puede ser más persistente, especialmente si ha sido provocada por un resfriado o infección. Con el tratamiento adecuado, incluidos remedios caseros y técnicas para mejorar la respiración, la tos suele mejorar en 2 a 3 semanas
Sin embargo, es fundamental continuar con las prácticas recomendadas incluso después de que los síntomas comiencen a disminuir, para asegurar una recuperación completa.

Recomendaciones adicionales

  • Consulta Médica: si la mucosidad o la tos persisten por más de tres semanas o si los síntomas se agravan, es importante consultar a un profesional de la salud. Esto puede indicar una condición subyacente que requiere tratamiento específico.
  • Prevención: además de tratar los síntomas actuales, implementar medidas preventivas como mantener una buena higiene, evitar alérgenos y fortalecer el sistema inmunológico puede prevenir futuras recurrencias.
     

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